Producidos a base de microalga Spirulina, cuya composición ofrece un contenido en diferentes aminoácidos que tiene como consecuencia un potencial de abonado que permite su uso a dosis bajas y, por tanto, un rendimiento hasta tres veces mayor que un abono líquido normal, ya sea convencional o ecológico. Dado su origen vegetal, estos abonos son aptos para su uso en cultivos veganos.